Iniciemos del hecho que ustedes pasaron por las etapas normales de un “noviazgo sano”; se conocieron, empezaron a salir y se enamoraron, pasaron unos meses o años conociéndose y decidieron avanzar; decidieron contraer matrimonio, dar el “sí acepto”.

¿Acepto que? Aceptan formar una familia, trabajar en equipo y apoyarse mutuamente, que, aunque no lo decimos así durante la ceremonia usamos palabras que tienen similitud de compromiso.

Al casarse forman una nueva familia, son dos personas que viene de dos familias diferentes, que se unen para formar una nueva identidad, separarse emocionalmente de la familia en la que crecieron para que le den oportunidad a su nueva familia de ser, protejan los límites de su hogar y no toleren intromisiones a la autonomía familiar, que el camino que inician puede que no sea fácil pero juntos sin interrupciones externas les va a ser más sencillo acoplarse.

Después de este primer paso, me encanta decir que una buena comunicación es el pilar de un matrimonio exitoso; aquí aclaro que un matrimonio exitoso no es aquel matrimonio que dura 100 años, es aquel matrimonio que dura 100 años y que ambos son felices.

La buena comunicación es la que se fluye en dos vías, donde cada miembro de la pareja se puede expresar porque es escuchado por el otro, es donde logro expresar mi sentir sin reclamos para el otro, donde no ofendo a nadie cuando digo lo pienso o siento, cuando lo hago respetando al otro.

Perdone; perdone los defectos del otro, y acéptelo tal cual es, recuerde que sigue siendo la misma persona de la cual nos enamoramos. Probablemente esos pequeños defectos de cuando éramos novios de casados se hicieron más grandes, pero de eso se trata de un crecer juntos, aceptarnos mutuamente y echar “pa´lante”

Debemos trabajar en equipo, el matrimonio no es un camino color de rosa, con dificultades, pero las dificultades son menos pesadas trabajando en equipo, recuerde que “dos cabezas piensan mejor que una” utilice la palabra “nosotros” para las alegrías y las tristezas, les dará sentido de unidad y las cargas se sobrellevarán más fácilmente.

Respétense mutuamente, porque a pesar de que son una pareja, siguen siendo individuos adultos con opiniones y sueños, objetivos que cumplir en la vida, ninguno es propiedad del otro, pero como somos un equipo, también debemos apoyarnos en nuestros sueños individuales, como dije anteriormente, “crecer juntos”

Trabaje por su relación y esfuércese por mantenerla, conquiste diariamente, que la rutina mata, salgan juntos, tengan detalles románticos de uno al otro sin perder su individualidad, un “te amo” nada más porque sí, un mensaje de “te extraño” a la mitad del día, cualquier detalle es importante. Sorprenda a su pareja para salir de la rutina que llevan día a día. Mantengan el contacto físico, muchas parejas terminan siendo simplemente compañeros de apartamento o “roommates” como le llaman, mantengan encuentros sexuales sanos y satisfactorios para ambos.

Si son padres, asuman los roles como deben de ser y apóyense en la crianza de los hijos, trasnochen juntos, enseñen juntos, dominen juntos todas las crisis normales de la vida.

Sean honestos con ustedes mismos para que puedan ser honestos con su pareja, ninguna pareja es perfecta tiene sus altos y sus bajos, pero en los bajos es donde se ve la fortaleza de la pareja y se pone a prueba la comunicación para poder enfrentar las situaciones que no andan tan bien.

Ámese, primero usted para que se permita amar al otro, que su pareja no sea el que llega a llenarle ese vacío emocional que usted tiene, es una responsabilidad muy grande que le vamos a cargar en los hombros, primero debo ser feliz yo para poder ser feliz con otro.

Mantenga la perspectiva, crezcan juntos, tengan objetivos juntos, el matrimonio es muy lindo, pero no es sencillo, hay que trabajar en él y hay que regarlo juntos, abonarlo juntos, como una plantita en crecimiento con unos maravillosos jardineros.

Dra. Laura Santillán P